En la Mesopotamia, los sumerios consumían "kas", una bebida derivada del pan ancestral (torta de harina de cebada).
En el Antiguo Egipto, el "zynthum" o vino de cebada era considerada una bebida de origen divino, también usada con fines medicinales.
En Babilonia, la cerveza funcionaba como medio de pago, marcando la jerarquía de los miembros de la sociedad.
Durante la Edad Media, los belgas empiezan a usar el lúpulo para saborizar esta bebida.
El Duque Guillermo IV de Baviera promulgó la ley de pureza alemana que abordaba la elaboración de la cerveza con agua, cebada y lúpulo y su precio.
Con la Revolución Industrial y la modernización, la cerveza comenzó a expandirse y comercializarse mundialmente.
Louis Pasteur descubrió la levadura y las técnicas de fermentación comenzaron a utilizarse en la producción de cerveza.
Lorenz Enzinger implementa la filtración de la bebida y aparecen las cervezas clarificadas.
Resurgen las cervecerías luego de la Segunda Guerra Mundial.
Aparecen nuevas variedades, adaptándose a las necesidades del consumidor.
Se "rejuvenecen" los estilos de cerveza, con propuestas para todos los gustos y ocasiones.
Componentes básicos de la cerveza
Más del 90% de la cerveza está formado por agua, por eso es un ingrediente fundamental para definir el carácter y sabor de esta bebida. Los tratamientos de descarbonatación y desalinización aseguran la pureza del agua, para que esté libre de olores y sabores inesperados.
Es el cereal fundamental en la elaboración de la cerveza. El proceso de malteado transforma la cebada cosechada en malta, lo que define:
También se pueden utilizar otros cereales para la elaboración de cerveza, como maíz, trigo, arroz, avena, cebada no malteada y centeno malteado, entre otros.
Es "el condimento" de la cerveza. Se trata de la lupulina presente en las flores de las plantas femeninas de lúpulo y, aunque es un ingrediente menor de la bebida, tiene un enorme impacto en su elaboración debido a que le confiere:
Además, el lúpulo ayuda a conservar su frescor. Argentina es el único país de Latinoamérica que tiene lúpulo propio.
Este microorganismo está formado por hongos unicelulares que actúan sobre los azúcares presentes en el mosto durante el proceso de fermentación. Según la temperatura alcanzada en este proceso, se obtienen diferentes estilos de cerveza: Ale (fermentación alta, de 18 a 25 °C), Lager (fermentación baja, de 7 a 15 °C) y Lámbica (fermentación espontánea).
Predomina en el mundo por ser de tipo refrescante. Es de color mayormente claro y de amargor agradable. Su reposo se realiza a bajas temperaturas y se clasifica en varios sub-estilos: Pilsen, Bock, Helles, Dormunt, Marzel, Oktoberfest, Dunkel, Viena, son algunos de ellos.
De cuerpo elevado, aroma muy intenso y mayor amargor. Su temperatura de proceso y servido es alta y existe una gran variedad de sub-estilos, entre ellos: Pale Ale, IPA, APA, Barley Wine, Porter, Stout y Scotch Ale.
Cervezas ligeras, de color amarillo pálido a profundo y brillantes (excepto la de trigo, que es opaca). De sabor amargo suave y delicado, sacian la sed por su alto drinkability. Su nivel de alcohol oscila entre 3,5 y 5,0% vol. y su temperatura de consumo, entre 2,0 y 8,0 °C. Ideales para picadas y fingerfood.
De cuerpo diferencial, su color va del dorado profundo al negro opaco. En general su nivel de alcohol es superior a los 5,0% y su temperatura de consumo va de 8,0 a 17 °C. Ideales para elaborar comidas gourmet y maridar con platos sofisticados.